Con la incertidumbre y la tensión en la lucha por mantenerse en Primera, en Mendizorroza ya empiezan a despedir anticipadamente a su portero.
Antonio Sivera está teniendo una gran temporada con el Alavés. El meta valenciano es uno de los mejores jugadores de la plantilla del Chacho Coudet, y es un fijo en el once titular del cuadro vasco. Con dos fechas importantes por delante para determinar si los Babazorros continúan en la máxima categoría o no, el portero ya parece tener las maletas hechas.
Sivera está en el punto de mira del Celta desde principios de este año y en este mercado de pases acelerará por su contratación. Si bien en Vigo conviene que Alavés pierda la categoría para poder negociar con más flexibilidad con el portero, la zanahoria de la Europa League es un anzuelo más que seductor para atraer al meta de Jávea.

En Mendizorroza no quieren saber nada
Con la expectativa de que el final de la historia de este torneo sea feliz y el Alavés logre mantener la categoría, tanto la directiva como la plantilla, el Chacho y la afición se niegan a perder a una de sus piezas clave. Sivera se ha transformado en el dueño de la portería desde que le dieron la titularidad.
El uno llegó al club en 2017. En un principio fue recambio de Fernando Pacheco. Al no tener oportunidades, se marchó cedido al Almería en 2020. A su regreso al Deportivo Alavés, y con el entrenador argentino, Sivera logró la regularidad que necesitaba para transformarse en uno de los líderes del equipo albiazul.
Dos títulos con la Rojita
Sivera comenzó a jugar en las categorías inferiores del CD Jávea, hasta que en categoría cadete fue fichado por el Hércules CF donde demostró cualidades que llamaron la atención del Valencia, que lo fichó. En Mestalla permaneció durante 5 años pero nunca tuvo la chance de debutar con el primer equipo. Allí, fue el salto del meta hacia el Alavés.
En su trayectoria, el portero de 28 años ostenta 2 títulos con las juveniles de España: Fue campeón europeo de la sub 19 y sub 21 con la rojita. Hoy, Sivera tiene la chance de alimentar un nuevo sueño: jugar una competición internacional y eso es lo que le ofrecen en Balaídos.